Evolución de la Web.

Un repaso por su historia.

Con la popularización del término “Web3”, muchos se preguntan ¿Cuáles fueron las Webs anteriores? Pues es claro que forman parte de la historia de como interactuamos con el internet, además de como interactuamos entre nosotros como humanos. Con el paso del tiempo pasamos más tiempo en nuestro entorno digital, esto genera necesidades nuevas en la Web, y con esto las tendencias.

Definamos Web.

Primero aclaremos que hablar de Web no es lo mismo que hablar de internet, la World Wide Web es un sistema para gestionar información para ser transmitida a través del internet. Pudiéramos decir que se trata de “una gran base de datos de hipertexto con enlaces tirados” apegándonos a las palabras usadas en la propuesta hecha a CERN (Conseil Européen pour la Recherche Nucléaire) donde nace esta idea.

La Web estaba compuesta por diferentes elementos, en los cuales destacan el Protocolo de transferencia de hipertexto o HTTP, el Lenguaje de Marcado de Hipertexto o HTML, además de los navegadores; sin embargo, con el tiempo se sumarian más elementos según la iteración de la que hables.

Web 1.0

Aquí hablamos de una web unidireccional, no hay una interacción directa entre el creador y la audiencia. En los 90s esto era la Web, un basto directorio de información, hoy día nos parecería aburrida, sin gracia, incluso arcaica.

Si entendemos el contexto de la época, comprendemos que en esos días el internet no era de uso masivo como ahora, su accesibilidad mucho menor, en tales circunstancias la información en el internet era un lujo, cuya función era acceder a una red de información mundial.

Web 2.0

La web como interacción social, esta es la forma más precisa de describir la Web 2.0, con ella se alcanza realmente un efecto de red, pues ya los usuarios de internet no buscaban solo información, se interconectan entre ellos compartiendo de forma bilateral. Más que una tecnología es un modo de uso, donde los usuarios, tanto creadores como consumidores, participan de forma libre. La democratización para crear acceder a la información en diversos formatos e idiomas, es el punto de encuentro del mundo.​

Con la Web 2.0 entran en juego las redes sociales, donde el “Web Master” crea un entorno interactivo para que se encuentren los “Creadores” con la comunidad, los usuarios dejan de ser pasivos para convertirse en activos que participan, contribuyen y dan feedback, creando una sinergia propia en cada canal multilateral de comunicación.​

La Web 2.0 es un hub mundial donde todos pueden contribuir, intercambiar, o redistribuir “contenido”, volviéndose actualmente en el punto de contacto principal de la sociedad, y el mejor medidor del sentimiento general de una comunidad.

Web 3.0

Actualmente, estamos en los comienzos de una nueva manera de entender la propiedad digital. Los tokens basados en tecnología blockchain tiene la posibilidad de ser usados como “certificados” de propiedad y autenticidad, donde el portador de dicho token tiene la custodia completa de dicha propiedad, sin necesidad de un tercero en un entorno de intercambio P2P. En la Web 3.0 el contenido se vuelve un bien digital, pero sin necesidad de que esté vinculado a una identidad, pues para transferir o utilizar dicha propiedad solo se requieren firmas digitales pseudoanonimas.

Hablar de Web 3.0 puede ser un reto, principalmente porque es un concepto aun en construcción, siendo empleado principalmente por un nicho; pero antes de que se hablara de elementos “Blockchain”, más específicamente en el 2001 de la boca de Tim Berners, Web 3.0 se definía como la “Web Semántica” que no únicamente las personas pudiesen leer, sino también las máquinas; sin embargo, los avances de la inteligencia artificial dejaron de lado esta concepción, principalmente porque no era ya necesaria una “web nueva para esto”; sin embargo, entendiendo las cualidades de la tecnología de “contratos inteligentes” las máquinas no exclusivamente podrían leer la web, pudieran extraer información de la misma, e interactuar con la misma a través de tokens.

La Web 3.0 también promociona la “Web Libre”, descentralizada, resistente a la censura, y privada; sin embargo, en el estado actual de la tecnología estamos aún lejos de poder hablar de estas cualidades como algo “tangible” hoy día, aun así este concepto se ha ido popularizando.

¿En cuál Web nos encontramos actualmente?

A muchos desarrollos, pero si nos guiamos por el uso masivo, aún estamos en Web 2.0 lógicamente, por ahora las otras Webs son propuestas, que aún están buscando problemas para sus soluciones; sin embargo, nos dan un vistazo a lo que serán el futuro de las interacciones digitales. Por ejemplo, la Web 4.0 propone máquinas que analicen la conducta humana, y la repliquen, de cierta manera esto se asocia con Machine Learning, y su capacidad para automatizar funciones de acuerdo a la idiosincrasia de los individuos, y si a esto le sumamos elementos de la Web 5.0, que busca de alguna manera ampliar el espectro sensorial a nuestras interacciones digitales, podríamos tener Webs que no solo “saben” como actuamos, sino que también las motivaciones emocionales detrás de nuestra conducta.

La innovación tecnológica va a una velocidad mayor a la de nuestra adaptación; aun así, la misma promete una tecnología cuya inteligencia aligere la fricción para su uso. Solo queda ser buenos observadores, pues el futuro es hoy.